El error de preparación de la remolacha que dejará manchas por todas partes

Si bien a todos nos encanta pedir ensalada de remolacha y queso de cabra en un restaurante, es posible que evitemos recrearla en casa porque se sabe que la raíz vegetal mancha casi cualquier cosa y todo con lo que entra en contacto. Las betalaínas, que son responsables de ese hermoso y vibrante color rojo rubí, no pueden evitar dejar un poco de ese color en todo lo que tocan. Cuando cortas y cocinas las remolachas, las betalaínas, que son solubles en agua, pueden rozarte las manos, la tabla de cortar favorita, la encimera de mármol o los pantalones blancos, y boom, tienes una mancha que es casi imposible de limpiar. Afortunadamente, hay una manera de evitar este percance.

Para minimizar la posibilidad de enrojecer su cocina, debe usar guantes cuando manipule remolachas. Además, en lugar de usar una tabla de cortar de madera al preparar, es posible que desee considerar una de plástico que se pueda limpiar fácilmente con lejía para eliminar los tonos rosados ​​​​y morados que quedan.

Sin embargo, si no tiene más remedio que usar su tabla de cortar de madera para remolachas, hay un par de formas de prevenir esas manchas de color. La primera línea de defensa es forrar la tabla de cortar con papel encerado. A medida que corte, el pigmento de las remolachas quedará en esta cubierta en lugar de en la tabla de cortar, y si corta el papel, simplemente reemplácelo. Y si todavía termina con algunas rayas rojas, simplemente espolvoree un poco de sal gruesa sobre el tablero y con medio limón, frote el tablero hasta que el color desaparezca o se desvanezca casi por completo. Lave su tabla de cortar y estará lista para usar.

Los limones también pueden ser útiles cuando las remolachas te manchan las manos o te caen sobre el regazo y arruinan lo que llevas puesto. Para tus manos, simplemente frota una rodaja de limón sobre la mancha y enjuaga. Cuando se trata de ropa, use un poco de jugo de limón como pretratamiento donde la remolacha haya salpicado. Déjalo reposar durante unos minutos antes de enjuagarlo con agua fría. Trátelo con una solución de agua y detergente para ropa, y luego proceda a lavarlo como de costumbre.

Sin embargo, los limones no siempre pueden hacer el truco; Si su ropa aún está sucia después del lavado, puede probar con un quitamanchas.